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1. Con un cuchillo chico, le sacamos los sombreros a los tomates de la parte superior donde está el tallo/pedúnculo. Con una cuchara los ahuecamos y llevamos la pulpa y semillas a un bowl.
2. Hacemos un sofrito en un sartén de la cebolla y ajo, con el aceite de nuestro jurel que potenciará el sabor. Cuando esté traslucido, agregamos sal, un poco de comino, pimienta y una cucharadita de azúcar.
3. Agregamos el tomate, vinagre, hojita de laurel y dejamos guisar unos 10 minutos. Retiramos del fuego, mezclamos con quínoa cocida para darle mas consistencia y hacerlo un plato más completo.
4. Finalmente, el jurel para darle ese sabor inconfundible. Revolvemos, agregamos las hierbas y probamos.
5. Rellenamos los tomates, agregamos pan rallado superficialmente y horneamos durante 40 minutos a 180.
6. Retiramos del horno cuando el tomate esté dorado superficialmente, blandito y algo marchito.